Caprichos de las fotografías

Hoy quería comentaros algo que me ha llamado la atención. Este verano-invierno ha sido y está siendo realemente difícil, y a pesar de querer mostrar serenidad y calma, mis hojeras arrastran hasta el suelo. Y claro, la verdad, cuando te haces una foto con mucho entusiasmo, mucha alegria y mucha emoción porque quieres tenerla como recuerdo de un momento inolvidable y al mirar las fotos te ves con una hojeras horribles se te cae el alma al suelo. Me he hecho tantas fotos este verano y este invierno, han habido tantos momentos inolvidables, preciosos e incluso irrepetibles, y de repente verte que en todas sacas tus hojeras... te quedas sin aliento. Pues bien, aqui va lo que quería contaros. El otro día, voy al estudio a pintar e iba yo cargadita de mi bolsa bandolera, mi cuadro, mi maletín, mi bufanda... Al llegar al estudio veo a mi compañera sentada en un taburete y el pintor con su cámara de fotos en la mano, iba a hacerle una foto, y nada más darme cuenta de la situación, le heché una miradita a la cámara, y asomé mi cabecita al lado de la compañera, el pintor disparó su cámara y ha resultado ser una foto muy graciosa, natural y las hojeras un tanto disimuladas. Y resulta que fotos que son inolvidables tengo unas hojeras y una cara de cansancio, y esa foto, que lo único que pretendía era gastar una broma, ha resultado una foto muy bonita. No entiendo a veces los caprichos de las fotos...